¿Alguna vez te has encontrado con un platillo demasiado salado justo cuando creías que estaba perfecto? No estás solo, y la buena noticia es que existen varias soluciones prácticas para corregir este pequeño error culinario. Aquí te presentamos diez trucos eficaces para reducir el exceso de sal en tus comidas, haciéndolas deliciosas una vez más.

  1. Agrega un poco de azúcar: El azúcar no solo es para postres; también puede contrarrestar el exceso de sal en los platillos. Añade pequeñas cantidades de azúcar gradualmente hasta equilibrar los sabores.
  2. Sumerge un trozo de pan: Un pedazo de bolillo puede ser tu salvavidas. Colócalo en tu guiso y déjalo absorber la sal durante unos minutos antes de retirarlo con cuidado.
  3. Usa papa cruda: Corta una papa en rodajas gruesas y déjala en tu platillo por unos diez minutos. El almidón de la papa absorberá parte de la sal, facilitando la corrección del sabor.
  4. Incorpora fécula de maíz: Si tu guiso es demasiado líquido y salado, una cucharadita de fécula de maíz disuelta en agua puede ayudar. Añádela poco a poco para evitar espesar demasiado la mezcla.
  5. Añade más agua: En sopas o guisos líquidos, diluir con un poco más de agua puede ser suficiente para mermar el sabor salado. Solo asegúrate de no excederte para evitar que pierda todo su sabor.
  6. Duplica las cantidades: Si la situación lo permite, duplicar los ingredientes (excepto la sal) puede disminuir la concentración de sal en tu platillo, especialmente efectivo en caldos.
  7. Enjuaga los ingredientes: Para sopas y guisos, sacar las verduras o carnes, enjuagarlas en agua sin sal y volverlas a introducir al guiso puede ser una solución rápida.
  8. Prueba con jugos cítricos: Unas gotas de limón o naranja pueden hacer maravillas, ajustando el sabor de los platillos salados sin alterar su esencia.
  9. Rocía vinagre blanco: Al igual que los cítricos, el vinagre blanco puede ayudar a equilibrar un plato demasiado salado. Utiliza esta opción con moderación para evitar un sabor abrumadoramente ácido.
  10. Inténtalo con jugo de jitomate: Para guisos basados en tomate, añadir un poco de jugo fresco de tomate puede diluir la salinidad excesiva y añadir un rico sabor umami.

Recuerda, si todos estos trucos fallan, servir la comida caliente puede ayudar a disimular un poco el sabor salado. Con estos consejos, nunca tendrás que sufrir por un error de sal en la cocina.

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