La ketamina, conocida por su rápido efecto antidepresivo pero también por sus efectos adversos significativos, ha dado un paso adelante en su administración con el desarrollo de una nueva formulación en comprimidos de liberación prolongada. Este avance ha surgido de un ensayo clínico en fase 2 dirigido por la Universidad de Otago, cuyos resultados fueron publicados recientemente en la revista Nature Medicine.

La ketamina tradicionalmente se ha utilizado para tratar la depresión, generalmente administrada por vía intravenosa o intranasal. Sin embargo, estas formas de administración pueden inducir efectos secundarios como disociación, hipertensión y taquicardia, especialmente poco después de la dosificación. Esta nueva formulación en comprimidos, conocida como R-107, ofrece una manera más gradual de introducir el fármaco en el sistema circulatorio, reduciendo así los efectos adversos asociados con las formas tradicionales de administración.

El estudio reclutó inicialmente a 231 pacientes con depresión resistente a tratamientos previos. Durante la primera fase del ensayo, los participantes recibieron 120 miligramos de R-107 durante cinco días para evaluar la respuesta al tratamiento. Aquellos que mostraron una reducción del 50% o más en las puntuaciones de la escala de calificación de la depresión de Montgomery-Asberg avanzaron a la segunda fase.

En la fase aleatorizada del estudio, 168 pacientes fueron asignados aleatoriamente para continuar con R-107 o recibir comprimidos de placebo. Los resultados revelaron que el 43% de los pacientes que recibieron 180 miligramos de R-107 dos veces por semana experimentaron una recaída en la depresión después de 13 semanas, en comparación con el 71% del grupo placebo.

Además de la efectividad en la reducción de recaídas, los investigadores destacaron la excelente tolerabilidad de R-107. Los eventos adversos más comunes reportados fueron dolores de cabeza, mareos y ansiedad, con mínimos cambios en la presión arterial y sedación.

Los autores del estudio concluyen que la ketamina en forma de comprimidos de liberación prolongada representa un avance significativo sobre las formas intranasales o intravenosas en términos de reducción de efectos adversos y mayor comodidad para la administración en entornos comunitarios. Este avance podría ofrecer nuevas opciones terapéuticas para pacientes con depresión resistente, mejorando así su calidad de vida y perspectivas de tratamiento a largo plazo.

Este estudio subraya el potencial de la innovación farmacéutica para transformar la manera en que se aborda y trata la depresión, abriendo nuevas posibilidades en el campo de la salud mental.

Este avance, aunque prometedor, aún requiere investigaciones adicionales para confirmar su eficacia y seguridad a largo plazo antes de su potencial adopción generalizada en la práctica clínica.

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